Una versión filtrada del borrador de la actualización de la Open Game License (OGL), que sienta las bases para que terceros hagan uso de los IPs del famoso juego Dungeons & Dragons (D&D), ha generado un enorme impacto dentro de la enorme comunidad de jugadores, creadores de contenido, artistas y desarrolladores de videojuegos ligados al universo de fantasía propiedad de Wizards of the Coast (Wotc).
El boceto de la nueva OGL, que actualiza la versión anterior bajo la que trabajan cientos de miles de personas, genera importantes restricciones que cambian las reglas de juego para quienes viven de generar contenido relacionado a D&D.
Ligado al lanzamiento de One D&D, una plataforma oficial de suscripción con mucho contendo digital de D&D y que busca ser la principal parada para sus jugadores, WotC comenzó a planear una actualización de su OGL 1.0, considerada una de las licencias para terceros más abiertas dentro del universo de las IPs de juegos de mesa y relacionados.
En la nueva versión, considerada por WotC un borrador que buscaba medir la reacción de sus potenciales usuarios, la OGL 1.1 restringiría enormemente -y de manera retroactiva- las libertades brindadas anteriormente y generaría, entre otras cosas, regalías de 25% para aquellas versiones exitosas basadas en D&D (deben superar los USD 750.000 en ganancias o, simplemente, ser parte de una campaña de KickStarter), lo que incluiría a competidores, como Pathfinder, y múltiples videojuegos basados en D&D que utilizan el crowfunding para su financiar su desarrollo.
Además, todo nuevo contenido debería ser registrado ante WotC, y le daría a la empresa -propiedad de Hasbro- «licencia no exclusiva, perpetua, irrevocable, mundial, sublicenciable y libre de regalías para usar ese contenido para cualquier propósito».
Velozmente los potencialmente afectados por esta nueva versión de la OGL salieron al cruce de la misma, liderados por cientos de canales de YouTube que dedican su tiempo a la emisión de partidas en vivo u otros elementos similares relacionados a Dungeons and Dragons.
“[La OGL 1.1] ahoga a la vibrante comunidad que ha florecido bajo la licencia original”, dice una carta abierta firmado por varios de los potenciales afectados. “No importa el creador, encierra a todos en un nuevo contrato que restringe su trabajo, obliga a informar sus proyectos e ingresos a Wizards of the Coast, y otorga a WotC el derecho legal de reproducir y revender el contenido de los creadores sin permiso ni compensación.”
WotC dejó que la comunidad entrara en pánico por unos días, pero menos de una semana después publicó un comunicado al respecto, asegurando que el fin de su nuevo OGL es evitar que los productos de D&D fuesen utilizados para generar «odio y discriminación», así como para bloquear su uso en web3, juegos de blockchain y NFTs, entre otros.
«Por eso, nuestros primeros borradores de la nueva OGL incluían las disposiciones que incluían», asegura el comunicado. «Ese borrador se proporcionó a los creadores y editores de contenido para que sus comentarios pudieran ser considerados antes de finalizar algo. Nunca fue nuestra intención impactar a la gran mayoría de la comunidad».
«Sin embargo, de la reacción queda claro que obtuvimos un 1», asegura el texto.
WotC asegura que la versión final no contará con una estructura de regalías, ni tampoco con las restricciones de licenciamiento que harían a WotC propietaria de las creaciones de terceros basadas en su juego.
«Nuestro plan siempre fue solicitar la opinión de nuestra comunidad antes de cualquier actualización de la OGL; los borradores que has visto intentaban hacer precisamente eso», afirma el comunicado. «Queremos deleitar siempre a los fanáticos y crear experiencias juntos que a todos les encanten».
«Finalmente, agradeceríamos la oportunidad de hacer esto bien. Nos encantan los jugadores devotos de D&D y los creadores que los llevan a tantas aventuras increíbles. No te decepcionaremos», cierra el texto.