Astrónomos de varias universidades chilenas han acusado públicamente al Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), la mayor entidad nacional dedicada a la investigación y desarrollo de tecnologías vinculadas a la astronomía en Chile, de apropiase indebidamente de su «productividad científica».
La acusación, realizada en una carta pública firmada por nueve profesores y doctores, con el apoyo de otros 17 colegas, destaca los logros de CATA en la historia de la astronomía chilena, pero asegura que el centro «se ha apropiado, en sus informes de producción, del trabajo científico de investigadoras e investigadores que no tienen relación con el centro».
«Estas prácticas vulneran a los autores del trabajo científico y constituyen además información engañosa, que viola la Declaración de Singapur suscrita por la dirección del CATA», señalan los firmantes, quienes listan entre sus quejas la incorporación de investigadoras e investigadores no asociados al centro y apropiación de su imagen; la apropiación indebida de proyectos científicos específicos y apropiación sistemática de publicaciones científicas, entre otras.
En el caso de las presuntas apropiaciones indebidas, los firmantes citan textualmente el informe y la página del mismo en la que ocurre el hecho.
«El carácter sistemático de la apropiación de productividad científica, de investigadores jóvenes y de alumnos, nos permite sospechar que los directores del CATA consideraron que todo lo producido en las instituciones albergantes pertenecía al centro», analizan los firmantes. «Tal consideración demuestra una falta de ética científica, incluso si las reglas de ANID así lo permitiesen».
CATA asegura haber actuado con el «compartamiento ético científico» correspondiente
El CATA respondió en otra carta pública, esta firmada por otros once profesores, incluyendo a María Teresa Ruiz, hoy titular del centro. En la misiva, la entidad asegura que «todas las actividades y rendiciones tanto académicas como financieras del CATA fueron auditadas exhaustivamente y aprobadas por las autoridades correspondientes de Conicyt y los evaluadores internacionales del proyecto, aprobándose estas sin observaciones».
«Por lo tanto, podemos afirmar categóricamente que todo el actuar de CATA se adecuó a las reglas de los programas que lo financiaron y siguiendo el comportamiento ético científico
correspondiente, contrario a las acusaciones realizadas que se ha demostrado claramente no
tienen asidero alguno», afirma la misiva oficial.
La carta responde punto a punto las acusaciones de la misiva original, asegurando, por ejemplo, que «todos los alumnos y postdoctorados de las Instituciones Asociadas eran considerados miembros del CATA, independientemente de si sus remuneraciones provenían o no del centro» y que «toda la investigación de un miembro» de las instituciones científicas citadas fue «efectivamente apoyada» por el CATA.
La polémica, sin embargo, no es nueva para el centro. Una acusación similar, también mediante una carta pública, fue realizada en 2019.