A finales del 2019, la compañía de relojes personalizados laCalifornienne recibió una demanda por parte de Rolex en la que la marca de lujo la acusaba de falsificar sus productos ya que, a pesar de que los relojes son 100% originales, el remplazo de piezas y partes que hace laCalifornienne los convierte en “piezas no originales” de acuerdo con las políticas de Rolex.
Sin embargo, la marca ha negado la mayor parte de las acusaciones de Rolex y presentado varios argumentos que, de ser aceptados, podrían llegar a desestimar el caso.
El primero de estos se basa en que no “publicita, promociona y comercializa copias de las marcas registradas de Rolex” sino que se trata de productos auténticos o compras de segunda mano que son customizadas. En este sentido estas modificaciones sirven para distinguir los productos de laCalifornienne de los productos vendidos por Rolex.
Rolex, por supuesto, no está de acuerdo, pero laCalifornienne va un paso más y cita que las acusaciones de Rolex no tienen cabida gracias a “la doctrina de uso legítimo nominativo”. Esta, según el Noveno Circuito, permite el uso “razonablemente necesario” de la marca comercial de un tercero para identificar sus productos, siempre que dicho uso descriptivo no “sugiera patrocinio o respaldo por parte del titular de la marca”.
El punto aquí es que laCalifornienne niega que haya cualquier tipo de confusión, mientras que Rolex insiste que las acciones de la compañía están “calculadas deliberadamente para confundir y engañar al público”, pero la decisión final la tendrá un jurado, que de fallar a favor de laCalifornienne dará un duro golpe a las amplias y anormales políticas usadas por Rolex para definir un producto falso.
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