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La venta de artículos de segunda mano, en especial libros, es moneda corriente para muchos comercios y librerías pero, ¿qué pasa cuando estos libros son libros digitales?, ¿se aplican las mismas normativas?

Según el más reciente fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la venta no autorizada de e-books a través de un sitio web constituye un acto de  comunicación al público y, por ende, una violación de los derechos de los propietarios.

El fallo se desprende de un caso que inició en el 2014 cuando la Asociación de Editores Holandeses (NUV) y el Grupo de Editores Generales (GAU) presentaron procedimiento legales para detener las operaciones comerciales de Tom Kabinet, un sitio para la venta de  libros electrónicos usados.

Después de que las cortes locales no pudieran ponerse de acuerdo el caso llegó a la TJUE para determinar si el principio de agotamiento, por el cual se agota el derecho de distribución del titular del derecho de autor después de la primera venta de un producto, se aplica al contenido de los e-books, tal como sucede con el software.

En este sentido, el tribunal “consideró que el suministro mediante la descarga, para uso permanente, de un libro electrónico no está cubierto por el derecho de ‘distribución al público’ previsto en el artículo 4 de la Directiva 2001/29, pero sí está cubierto por el derecho de ‘comunicación al público’ previsto en el mismo artículo, por lo que el agotamiento está excluido según el párrafo número tres.”

La decisión del TJUE hace referencia a un Tratado de Derecho de Autor subyacente de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), y señala que la legislatura de la UE tenía la intención de que la regla de agotamiento se reservara para la distribución de objetos físicos, como libros en papel.

Aplicar esa misma idea a e-books no aplicaría ya que estos no se deterioran con el uso y son, por lo tanto, sustitutos perfectos para nuevas copias en cualquier mercado de segunda mano.

Con respecto al caso en cuestión, el fallo explica que “dado que la puesta a disposición de un libro electrónico generalmente va acompañada de una licencia que autoriza al usuario que ha descargado el libro electrónico a leerlo únicamente desde su propio equipo, debemos sostener que una comunicación como la realizada por Tom Kabinet se hace a un público al que  los titulares de los derechos de autor aún no han tenido en cuenta y, por lo tanto, figura como nuevo.”

Las opiniones expresadas en Brands+ Intelectual Property News son de exclusiva responsabilidad de sus autores y pueden no coincidir con las del medio.

Sofia Vanoli

Editora