Uno de los temas candentes en el mundo de la propiedad intelectual tiene que ver con la inteligencia artificial y todas las creaciones de este tipo de tecnologías «autónomas», sin aportes concretos de los seres humanos.
¿Qué significa esto para el derecho de autor? Es justamente esta pregunta la que la OMPI pretende contestar con una consulta pública que busca definir si los derechos de autor deben limitarse a la creatividad humana o si el contenido generado por inteligencia artificial puede disfrutar del mismo privilegio o incluso, si puede infringir sobre los derechos de otros.
Es que en los últimos años las inteligencias artificiales avanzado rápidamente y ahora son muy capaces de crear contenido por sí mismas. Esto incluye material único que en teoría calificaría para gozar con la protección de derechos de autor, pero si no hay un autor físico, ¿califica para ser protegido? ¿pueden valorarse por igual la creatividad humana y mecánica?
Al día de hoy, la legislación no lo contempla, pero esta encuesta muestra que es un problema que podría formar parte de la futura ley de derechos de autor.
«Si las obras generadas por IA fueran excluidas de la elegibilidad para la protección de los derechos de autor, el sistema de derechos de autor sería visto como un instrumento para alentar y favorecer la dignidad de la creatividad humana sobre la creatividad de la máquina», escribe la OMPI.
«¿Deberían atribuirse los derechos de autor a las obras literarias y artísticas originales generadas de forma autónoma por AI o debería exigirse a un creador humano?» Y si los derechos de autor pueden atribuirse a las obras generadas por AI, «¿A quién se le otorgaría el copyright? «.
Por otro lado, temas similares también se plantearon en una consulta pública relacionada que fue lanzada por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos hace unas semanas. Esta consulta aún está abierta.
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