Un juez de distrito en Manhattan ha determinado que el uso de un retrato de Prince tomado por la renombrada fotógrafa Lynn Goldsmith por parte de el artista Andy Warhol para la creación de una serie de imágenes, pinturas de serigrafía y otras obras para Vanity Fair, puede ser considerado como uso justo.
De acuerdo con el juez, las versiones alteradas creadas por el artista habían «transformado» completamente el significado de la imagen original, creando varias piezas de arte con una impronta completamente asociable Warhol.
“La humanidad representada por Prince en la fotografía de Goldsmith se ha ido,” explicó el juez. “Además, cada trabajo de la serie Prince es inmediatamente reconocible como una obra de Warhol y no como una fotografía de Prince – de la misma manera que sus famosas representaciones de Marilyn Monroe y Mao son reconocibles como Warhols, y no como fotografías realistas de esas personas”.
El caso comenzó dos años atrás cuando Goldsmith presentó el caso de infracción de derechos de autor contra la Fundación Warhol en 2017, después de que la Fundación la demandara primero como medida preventiva, acusándola de “extorsión”.
Ante el fallo, la fotógrafa aseguró que la decisión del juez “continúa la erosión gradual de los derechos de los fotógrafos en favor de artistas famosos que ponen su firma en lo que de otro modo sería considerado un trabajo derivado” y prometió apelar el fallo.
La serie de obras de arte, conocida como ‘The Prince Series’ fueron un encargo de la revista Vanity Fair para acompañar una nota. Al parecer, la revista habría licenciado la fotografía por US$ 400 para luego dársela a Warhol, quien creó 16 piezas usando la imagen como base.