Hábil conocedora de los beneficios de las marcas registradas, la jóven multimillonaria es dueña de una docena de términos relacionados con su nombre y su negocio de cosmética.
Sea “Kylie Body”, “Kylie Body by Kylie Jenner”, “Kybow”, “Kyliner”, “Kylie Baby”, “Kylie Museum,” o “Kylie Kon”; si es un derivado de su nombre, buscará registrarlo.
En su afán por conquistar el mundo de la cosmética, Jenner ha incluso intentado registrar conceptos vagos como “Lip Kit” (kit de labios) o “Glitter Eyes” (ojos de brillantina), sin éxito de momento.
Y ahora, la CEO de Kylie Cosmetics busca registrar el nombre “Stormi Culture”, en honor a su hija Stormi Webster, el cual ya fue tomado por la empresa de vestimenta, Business Moves Consulting.
Jenner debería poder ganar la disputa, siendo que Busines Moves Consulting registró el término apenas un mes luego del nacimiento de su hija, en un claro intento por engañar al público con una marca asociada a la mediática.
De ir a juicio, el equipo de Jenner puede destacar además que la empresa de vestimenta utiliza otros nombres de celebridades para vender su mercadería, estableciendo un patrón que le juegue aún más a favor.