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Rearden, una compañía de tecnología de Silicon Valley especializada en tecnología de efectos visuales, está demandando a The Walt Disney Company por el uso de una de sus tecnologías, MOVA, en las películas Deadpool, Guardianes de la Galaxia y la más reciente versión de La Bella y la Bestia (2017).

MOVA (Contour Reality Capture Program), cuya propiedad intelectual Rearden obtuvo tras un juicio con DD3, permite la captura de las expresiones faciales de un actor para luego generar imágenes hechas por computadora, el recurso conocido como CGI, o, particularmente en las películas mencionadas, personajes generados por computadora o CGCs.

Frente a Disney, Rearden asegura que las creaciones de MOVA representan gran parte del producto final de las películas mencionadas dado la gran presencia de CGCs en cada film.

La compañía también asegura que dos de sus patentes gemelas fueron infringidas directamente y por inducción activa.

El juez de la Corte de Distrito de EEUU para el Distrito del Norte de California, Jon Tigar, desestimó el primero argumento, afirmando que el trabajo de MOVA fue importante pero que el de los animadores de Disney no tuvieron una tarea «marginal» sobre el producto final, como argumentó Rearden.

El juez Tigar también desestimó parte del segundo argumento, considerando que «ampliaría los límites de la ley de patentes más allá de su límite equiparar un contrato de prestación de servicios con el uso de un sistema», pero permitió continuar el de inducción activa, pese a apuntar que los argumentos de la compañía tecnologíca fueron poco profundos.

Por último, Rearden afirma que Disney infringió su marca registrada al promoveró MOVA como parte de sus estrategias publicitarias para las películas, cómo los directores y actores de películas impulsaron la tecnología de vanguardia al hacer promoción y cómo el acusado publicó videos de YouTube sobre la creación de personajes generados por computadora como la Bestia en La Bella y la Bestia.

El juez respaldó a Rearden en este argumento, asegurando que los espectadores podrían concluir que Rearden apoyó el uso de la tecnología en las películas al ver MOVA listado en los créditos. También reconoció el argumento de Rearden de que el software se utilizó para crear personajes más empáticos, lo que contribuyó a la taquilla de la película.

«Esta evidencia no especulativa apoya la teoría de Rearden de un nexo causal entre la infracción y las ganancias de La Bella y la Bestia, Guardianes de la Galaxia y Deadpool», escribe el juez, según cita The Hollywood Reporter. «En cuanto a estas películas, sería razonable que el jurado dedujera de la evidencia de Rearden que los demandados anunciaron su uso de MOVA y utilizaron clips basados ​​en MOVA en el avance de la película para generar interés en las películas y, por lo tanto, aumentar las ganancias de la película».

Rearden pretende obtener parte de las ganancias de las películas en las que MOVA fue utilizado. «Para mostrar un nexo causal con las ganancias indirectas, debe haber evidencia de que el producto infractor es un factor causal, pero no tiene por qué ser el único factor causal», afirmó el juez Tigar.

Disney intentó desestimar la teoría del nexo causal, pero Tigar mantuvo su juicio. Por contrapartida, no le permitió a Rearden sumar otros films a la demanda, entre ellos: Avengers: Age of Ultron, Terminator: Genisys y Night at the Museum: Secret of the Tomb.

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