Los problemas legales de Spotify continúan. Es que, tras recibir una demanda multimillonaria de Eminem por incumplimiento de pago y violación de los derechos de autor, el servicio de música digital está litigando una nueva demanda por mil millones de dólares en la que es acusado de infracción intencional de derechos de autor y prácticas comerciales engañosas.
Esta demanda fue presentada por PRO Music Rights, LLC y Sosa Entertainment, LLC, quienes aseguran que Spotify no pagó por más de 550 millones de transmisiones musicales, en gran parte debido a la eliminación impugnada de contenido que comenzó en mayo de 2017.
Al parecer, la plataforma de música estaba retirando títulos de su catálogo musical en función de ciertas violaciones. Sin embargo, esto no fue comunicado a los demandantes, eliminando así cualquier posibilidad de rectificar la situación o apelar a la decisión y, según la demanda, “sin adherirse a las reglas, procedimientos, políticas y obligaciones que Spotify se ha impuesto para sí misma.”
Según sugieren los documentos legales presentados, la decisión de Spotify tendría mucho que ver con su acuerdo comercial con Merlin, una agencia global de derechos digitales para música independiente. Sosa era miembro de Merlín y, justo antes de que Spotify eliminara todo contenido de los demandantes de la plataforma Sosa había renovado su contrato con Merlin, lo que implicaría que bajo el acuerdo de Spotify y Merlin, como miembro de Merlin, Sosa tenía derecho a recibir acciones de la plataforma.
Ante esta situación, la demanda asegura que la eliminación del contenido fue una fue una táctica de mala fe para ejercer presión sobre Merlin para excluir a Sosa de cualquier tipo de acuerdo o negociación.
En este sentido, los demandantes “interponen esta acción para reparar las lesiones sustanciales que Spotify causó al no cumplir con sus deberes y obligaciones como servicio de transmisión de música, eliminando deliberadamente contenido por razones anticompetitivas, participando en prácticas comerciales injustas y engañosas, destruyendo contratos que los demandantes mantenían con terceros, negándose a pagar regalías y ofreciendo canciones públicamente sin licencia,” lee la demanda.
Con esto en mente, la demanda pide a la corte que responsabilice a Spotify por su conducta reprensible.
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