El director nacional del Servicio Nacional de Aduanas de Chile, José Ignacio Palma, asegura que los cambios introducidos por la Ley Nº 21.336, que modifica la normativa del organismo en materia de contrabando, han permitido endurecer el castigo al flagelo y mejorar su combate.
«Este cambio normativo se aplica a partir de mayo a todo tipo de contrabando, aunque en la idea original buscaba potenciar la lucha contra el tráfico de cigarrillos», detalló Palma. «La razón era muy sencilla: las penas asociadas a este tipo contrabando habían sido históricamente bajas, lo que a lo largo de los años trajo consigo la proliferación de bandas dedicadas a este delito que resultaba ser muy lucrativo».
«Esta iniciativa parlamentaria tuvo el respaldo del Ejecutivo y posteriormente apoyo transversal en ambas cámaras, lo que permitió que tengamos hoy un nuevo marco que nos permite combatir mejor el contrabando de cigarrillos y de todo tipo», afirmó el titular de Aduanas.
Como en muchos otros países, el contrabando de cigarrillos es un gigantesco negocio para las organizaciones criminales. Entre 2015 y 2020, la aduana chilena incautó más de 67 millones de cajetillas, con una evasión controlada de más de 268 millones de dólares.
La nueva normativa, pensada para combatir ese rubro pero efectiva para todos, elevó la categorización del contrabando, antes evaluado como un delito de bajo riesgo asociado.
Desde mayo, con la nueva ley en vigencia, las multas se establecen en tramos diferenciados según el valor del producto en Unidades Tributarias Mensuales (UTMs).
El escalonamiento también considera la reincidencia como agravante, así como también lo hace para aquellos productos que tengan una tributación especial.
Además, suma la pena de prisión para algunos rubros, entre ellos el tabaco y sus derivados. Esta pena también aumenta -va de 61 días hasta 5 años- en relación al valor total del producto incautado.
Fuente: Portalportuario.cl