Tras perder los derechos sobre sus icónicas tres rayas en la Unión Europea, Adidas ha logrado proteger otra versión de su logo, la del trébol, o Trefoil como se le llama en inglés, ante la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido.
Es que la casa deportiva se ha presentado ante el organismo para invalidar la marca registrada de la compañía Addicted Original Ltd, con sede en Manchester, por ser demasiado similar su famosa marca Trefoil.
La victoria es particularmente importante para Adidas ya que Addicted Original había registrado su marca en el 2017 para uso en prendas de vestir incluyendo “ropa deportiva” y servicios minoristas “relacionados a la venta de ropa”, entre otros. Este registro le otorgaba exclusividad de uso de marca en el país, evitando que terceros usaran la misma marca o marcas similares.
Sin embargo, Adidas logró comprobar el uso de su propio logo en el Reino Unido desde los años 50, demostrando así una construcción de marca en el país con una reputación positiva que podría verse dañada de aceptarse la validez de la marca registrada de Addicted.
De acuerdo con Adidas, Addicted Originals “tenía conocimiento de [su] marca preexistente” y “ha basado el diseño de marca con la clara intención de imitar la marca de Adidas, al tiempo que glorifica el consumo de drogas ilegales y la adicción”, algo que además “es contrario a la política pública sobre el consumo de drogas” y arremete “contra los principios aceptados de moralidad”.
Y este fue el argumento que le valió la victoria. Si bien la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido determinó que ambos logos eran lo suficientemente diferentes como para no crear confusión, sosteniendo que la identidad de marca de Adidas era lo suficientemente fuerte como para reconocer que se trataba de un juego de palabras y no una copia, sí estuvo de acuerdo en que podría “causar detrimento de la reputación de la marca Adidas”.
Lo que es más, la oficina reconoció que “el hecho de que Addicted Original haya elegido basar su marca o parodia en la de Adidas, es suficiente para que la ventaja obtenida por la marca sea considerada como injusta.